Lucinda ignora cómo acabó el mundo. Cuando procrear es la principal labor de una mujer, cometió el más grave de los pecados: ser estéril. Si quiere sobrevivir, deberá demostrar que vale para más que tener hijos.
Malvin no sabe que el fin del mundo está cerca. Sí sabe cuándo acabó su propio mundo: el día que su mujer desapareció sin dejar rastro. Sin una coartada creíble, las sospechas recaen sobre él.
Todo se complicará aún más para los dos:
La vida de Lucinda penderá de un hilo tras el repentino asesinato de su peor enemigo.
Malvin podría ir a la cárcel después de que medio millón de dólares aparezcan de la nada.
Con el fin del mundo entremedio, ¿qué conexión enlazaría el asesinato de un hombre del futuro con la desaparición de una mujer del pasado?
Con grandes dosis de misterio, unos toques distópicos y una pizca de folclore del oeste americano, esta adictiva novela te atrapará desde la primera página.